Literapia es un tratamiento quasimidico compuesto por doce bandejas de bocaditos literarios inconexos. Tiene por objeto deshacer la maraña que deja en nuestra mente el buen trabajo con argumento, condicionándonos a pensar, con fijación hipnótica, en el tema argumental leído.

Había reconocido su voz, ¡cuanta dulzura! ¡que melodiosas inflexiones!. Aquella experiencia, en ambiente tal, no me agradaba. Sabía que, de continuar, todo el aparato, tan laboriosamente concebido, terminaría en el mayor de los fracasos. Mas ¿que hacer?. Existen momentos en que las vacilaciones no caben: ahora era llegado ese momento. Violentamente, el Mayor, forzó la cerradura, y, por la puerta, abierta hacia la playa azotada por un mar encrespado, entró una ráfaga de aire que ventiló el aposento.

¡Que espectáculo! Marchando con la cabeza alzada, orgullosos de su misión, pasaron junto a nosotros. Mientras, vendedores de todas las razas se agolpaban junto al autobús proponiendo su mercancía con chillonas salmodias. Ya sólo podría ocurrir algo extraordinario para impedir que el piloto nos librara de aquel indeseado fin.

En la sala, la expectación creció y la magnifica tiple, haciendo un alarde de facultades, remató la romanza con un trino inconcebible.

Tranquilos, reconfortados por el sueño, salimos al balcón. Desde la hoguera del campamento, un rico aroma a café recién hecho se deslizó hasta nosotros recordándonos que aún no habíamos desayunado.