Un cuento para cada día Alhaurín de la Torre, 26 de enero de 2003
Marcelo Urizar murizarte@yahoo.com
No agregues a la riqueza de una mirada,
la pobreza de una palabra,
no sumes ruido,
a la pureza de un sonido.
Si en nombre del amor a otros,
me eres indiferente,
pregúntate por el amor que sientes.
Ella - ¡Ay, para mi es amor...no se, que se yo!...
La mejor manera de llegar a alguien,
es observarlo en silencio. - proverbio zen.
Ella - ¡Ah, a mí los proverbios no me gustan, y el zen, ¿qué es eso? no me interesa!
Abril, de 1997.
Miré sus ojos por primera vez, no recuerdo si sus ojos, o, las piernas, sus nalgas, el escaso busto, la risa, o, la integridad de una gran mujer.
- ¡Te mira, ese tipo te mira, y lo esta haciendo desde que llegaste, te devora con los ojos!- Silvia.
- ¡Ay, pelotuda no seas exagerada! ¿Cual, cual decís vos?- Ella.
- ¡Ese, el que nada en el andarivel cuatro!- Silvia.
- ¿Cual es el andarivel cuatro?- Ella.
- ¡El de malla celeste a cuadros azules!- Silvia.
- ¿Cual?- Ella.
- ¡Esta llegando al borde, ahora, ese!- Silvia.
- ¿Cual borde?- Ella.
- ¡El de este lado!- Silvia.
- ¿Cual lado?- Ella.
- ¡Acá este!- Silvia.- ¡El que esta saliendo, ahora!
- ¡Hola Sebas!- Ella.
- ¡Diosa!- Sebastián.
- ¿Cómo estás?- Ella.
- ¡Hecho mierda, cansado, harto de laburar!- Sebastián.
- ¡Uy loco cómo estás!- Ella.
- ¡Ahí vuelve!- Silvia.
- ¿Cual?- Ella.
- ¡Ese, ese, esta mirando ahora! ¿Lo ves?- Silvia.
- ¡Ah, ese!- Ella.- ¡Siempre mira, parece que es lo único que sabe hacer! ¿Le habrán comido la lengua los ratones?
- ¡A mí me saluda siempre!- Silvia.
- ¡Qué suerte tenés, a mí sólo me mira el culo!- Ella.
- ¿Qué mas querés?- Silvia.
- ¡Que me lo toque!- Ella.
Hay miradas que rozan, que penetran el alma vaga, y tu desatiendes con palabras, con gestos groseros, a los modos de una instituida femenidad. Descanse en tu mirar, la carga de unos momentos de angustia, desolación, logro reír, con las comisuras de tus labios, tu pelo rizado, esos grandes ojos negros, ¿negros, son negros tus ojos? cuando con gracia te arrojas a la pileta, o, cuando explicas lo que te sucedió durante el día, a tus amigos del curso de guarda vidas. ¡Guardar la vida! ahora que he decidido soltarla, después de caminar tan atado, con tanta sobreprotección. Hice los largos acostumbrados, el pensamiento de que estás observándome, no ha dejado de molestarme, incomodarme, suelo estar parado en esos lugares donde los culpables encuentran victimarios. Tener un lugar en este mundo, no es tener cosas apiladas en un rincón de la casa, electrodomésticos de marca, pinturas cotizadas, recuerdos de experiencias filmadas, fotografiadas en álbumes, alfombras importadas, tu lugar, está en tu mundo interior, lo exterior, se transforma, muta, como dices ahora, cuando estudias el ¨I Ching¨. Amarnos tiene varias formas, el amor es uno, y uno es amor, con las formas variadas que tienes en ti.
- ¡Está saliendo de la pile!- Silvia.
- ¿Qué?- Ella.
- ¡El de la malla celeste, el que te mira!- Silvia.
- ¡Ay boluda me miran tantos!- Ella.
- ¡Sabes cual te digo!- Silvia.
- ¿Cual?...Te estoy jodiendo, boluda.- Ella.
- ¡Es increíble como te mira!- Silvia.
- ¡Ignóralo!- Ella.
Un lugar donde los sentidos sean sentidos. Donde las palabras enmudezcan ante las miradas, y el alma cante el silencio de una melodía que llamas risa, felicidad, armonía.
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